Arriesgarse a cambiar y superar el miedo

“El cambio sucede cuando asumimos la responsabilidad de nuestros propios pensamientos, decisiones y acciones”. C Palladino
¿Qué significa el cambio?
Realmente, una persona no puede cambiar ni controlar a nadie más que a ella misma. Cada persona ha de decidir, de manera individual, si cambiará o no. Cuando se aprende a no invertir tiempo en preocuparnos por cambiar a los demás, sino a trabajar por cambiarnos a nosotros mismos habremos hecho un gran descubrimiento.
El cambio es un trabajo que requiere esfuerzo, puede causar dolor, miedo o ansiedad. Cada uno de nosotros nos escondemos muchas veces detrás de una “máscara“ que tapa nuestros verdaderos sentimientos (de culpa, de miedo, de soledad, de rechazo…) y pensamos que esta máscara nos protegerá.
En nuestras vidas se pueden dar ciertas situaciones vitales que nos pueden empujar al cambio, voy a poner unos ejemplos ilustrativos:
Una persona cambia cuando padece un dolor o una pérdida tan grande que se encuentra en un callejón sin salida
Andrés tiene 35 años de edad, trabaja como profesor en una escuela desde hace seis años. Hace seis meses que se ha separado de su pareja, se encuentra en un estado emocional depresivo y se siente muy infeliz en su trabajo. Habla con una persona de la escuela con la que tiene mucha confianza y le explica: «Mi matrimonio está roto, no me gusta mi trabajo. No sé qué hacer, tengo como un bloqueo, no puedo tomar decisiones y no sé qué hacer para ayudarme”.
Sólo aceptando ayuda, esta persona podrá darse tiempo para superar su situación estresante. Ha de poder identificar sus cualidades y volver a coger la responsabilidad de sus decisiones y acciones. Ha de poder marcarse nuevos objetivos para su desarrollo profesional y personal. Aprender que es responsable de la dirección de su vida y actuar en consecuencia.
Una persona cambia cuando se siente apoyada y animada por otros
Ester, de 29 años, soltera. Trabaja desde hace unos años en unos grandes almacenes cerca de su casa, en el barrio de una gran ciudad. Se está planteando irse de la ciudad a un pueblo para estar más tranquila y está nerviosa porque no sabe si será una decisión acertada. Se lo comenta a una amiga de confianza en estos términos: «siento que no puedo continuar con las actividades que hago, tengo mucho miedo y estrés, aunque quiero irme a un pueblo porque es lo que desde hace tiempo ansío, pienso que a lo mejor no seré capaz de adaptarme, no conozco a nadie, y ¿si me equivoco?…”
Ester hablando con su amiga se da cuenta que ella, la amiga, tampoco sabe lo que le deparará la vida en los próximos años pero sí que ha notado en Ester que cuando han estado juntas de vacaciones en ambientes rurales y en la naturaleza ésta se encuentra muy relajada y contenta. Al oír sus palabras, Ester se serena y empieza a poner en marcha su proyecto a pesar de la incertidumbre vital a la que todos estamos expuestos.
Una persona cambia cuando entiende mejor cuáles son sus cualidades y le son valoradas
Rosa María es maestra, tiene 45 años durante los últimos doce años ha estado dando clases a niños de 11 y 12 años. La dirección de la escuela le comunica que el próximo curso tendrá que dar clases a niños de 3 años, aún teniendo la especialidad, hacía muchos años que no impartía clases a los pequeños. Al recibir la noticia se siente confusa, deprimida y comenta a la dirección del centro: «No lo entiendo, cómo puede ser que no haya ninguna otra posibilidad, después de tantos años, es injusto. No sabré tratar a los niños tan pequeños, ahora ya soy mayor para cambiar”.
Después de distintas conversaciones con los compañeros y de recordarle lo habilidosa y cariñosa que era con los niños pequeños, Rosa María reflexiona sobre las cosas que le preocupan, empieza a recuperar material que tenía guardado, relee documentación que tenía y empieza a darse cuenta de las cosas que podría hacer en clase y de lo útil de su experiencia de los últimos años con niños mayores para poder corregir y prevenir antes con los pequeños. Poco a poco se va sintiendo ilusionada por el nuevo curso y ya tiene ganas de empezar.
Identificar nuestras mejores cualidades para un buen desarrollo personal
Actualmente, las personas trabajadoras y responsables no tienen ni la seguridad ni la garantía de poder mantener un puesto de trabajo o de mantener una pareja estable. En general las empresas siguen intereses políticos o económicos, sin tener en cuenta las expectativas y capacidades de sus trabajadores. También en la vida de pareja suceden situaciones parecidas, resulta que una pareja se puede romper porque cambian las motivaciones, los intereses personales del otro, o de uno mismo/a.
Nosotros somos responsables de nuestro desarrollo profesional y/o personal. Mucha gente pasa toda la vida buscando el trabajo ideal, la profesión ideal, la pareja ideal…y acaba quemado/a y decepcionado/a.
Muchas veces perdemos el tiempo y la energía esperando que haya un cambio positivo en nuestra vida. Esto puede pasar si estamos esperando que el reconocimiento, un ascenso o un nuevo trabajo nos llegue gracias a otras personas, de esta manera estamos esperando que otra persona tome las decisiones que tendríamos que tomar nosotros.
Un sistema positivo de creencias promueve actitudes positivas así como una útil gestión del tiempo.
5 consejos útiles para mejorar nuestra gestión del tiempo:
1. Planificación
Revisar diariamente los objetivos semanales, si me propongo por ejemplo; hacer ejercicio, quedar más a menudo con las amigas/os etc. Tener nuestros deseos más presentes.
2. Concentración
Cuidado con intentar hacer muchas cosas a la vez, es importante que decidamos qué es más necesario y que requiere nuestra atención inmediata. Es mejor hacer las cosas paso a paso y poco a poco.
3. Evitar la confusión o el desorden innecesario
En la mayoría de los casos sentirse organizado, ordenando nuestros papeles, nuestro armario etc, por ejemplo nos ayuda a sentir tranquilidad y armonía en nuestras vidas en el día a día. Ahorramos tiempo con una buena organización.
4. No tengas miedo a decir NO
Tienes derecho a decir NO sin sentirte culpable y recuerda que los otros también tienen derecho a decir NO. Las tareas improductivas que no benefician a tus objetivos son una pérdida de tiempo y por tanto de tus posibilidades de actuar.
5. Cuenta con los demás
Muchas veces nos sentimos aislados y omnipotentes, que podemos con todo. Aprender a delegar puede aumentar tu productividad, te dará más tiempo para hacer las cosas que requieren tu verdadera atención personal. El hecho de permitir desarrollar las cualidades y habilidades personales de los demás añade satisfacción y energía positiva en tu ambiente personal, familiar o profesiona
La elección y no el azar será aquello que mejorará tu calidad de vida
Autor: Maribel Gabasa
Licenciada en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona Col. 7.036
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