SI ME SANO A MI MISMA AYUDO A SANAR MI ENTORNO

Maribel Gabasa
El concepto de inteligencia emocional lo definió Daniel Goleman en el 1995 como “una manera de relacionarnos con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos que engloba habilidades como el control de los impulsos, la autoconsciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía..etc.” Todas estas habilidades no podemos olvidar que configuran rasgos del carácter que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.
Para Daniel Goleman, la inteligencia emocional tiene muchas repercusiones en nuestras vidas, tanto personales como laborales, como en cualquiera de nuestras relaciones. Un déficit de esto puede repercutir en muchos aspectos de la vida cotidiana, desde problemas de pareja, trastornos de salud (ansiedad crónica, depresión, adicciones, etc.). Si descuidamos la inteligencia emocional en el caso de nuestros hijos pequeños y adolescentes puede conducirles a ciertos trastornos emocionales que podrían volverse graves. Daniel Goleman describió la emoción como:”la emoción para referirme a un sentimiento y a sus pensamientos característicos, a estados psicológicos y biológicos y a una variedad de tendencias a actuar. Existen muchas emociones, conjuntamente con sus combinaciones, variables, mutaciones y matices. Existen en la emoción más sutilezas de las podemos nombrar”.
A partir de este concepto el término inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer los propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y manejar adecuadamente las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones.
La educación emocionalmente inteligente utiliza técnicas específicas dónde el secreto radica en que los adultos seamos capaces de trabajar nuestras propias emociones y las de nuestros hijos de forma inteligente, constructiva y creativa, respetando las diferencias y los sentimientos de la naturaleza humana.
Los principales objetivos de una educación emocionalmente inteligente serían:
- Ser conscientes de los propios sentimientos y los de nuestros hijos.
- Mostrar empatía y comprender el punto de vista de ellos.
- Hacer frente de forma positiva a nuestros impulsos emocionales y de conducta, si nos regulamos bien les ofrecemos un adecuado modelo a imitar.
- Plantear objetivos positivos en familia y preparar los pasos para conseguirlos.
Reglas de oro:
Tratar a los demás como te gustaría ser tratado
Trata a tus hijos e hijas como te gustaría que los demás los trataran.
La educación emocionalmente inteligente nos tiene que ayudar a tener más paz y menos estrés. Las personas estresadas les resulta muy difícil hacer aquello que en una situación de calma saben que sería lo correcto. ARRIESGARSE A CAMBIAR Y SUPERAR EL MIEDO sería un claro ejemplo de educación emocional.
PROCESO PARA SUPERAR UNA SITUACIÓN DE MIEDO
Si a un niño o niña se le “quiebra el espíritu” a fin de que se amolde al sistema, castigando sus sentimientos amorosos y sensuales, a partir de ahí los suprimirá. El espíritu, su energía vital quedará dañada por la vergüenza sufrida, y cuando sea adulto o adulta ésta se manifestará en sentimientos de culpa e inseguridad. Tendrá miedo a la vida y procurará ponerla bajo control. En vez de aprender a “ser”, le obsesionará el “hacer”, el desempeño que silencie sus temores.
Estamos como atrapados en una cultura en la que el poder y el progreso son los valores predominantes y nos cuesta mucho encontrar satisfacción y paz.
En nuestra edad adulta vamos pasando por distintas etapas de desarrollo que nos lleva a enfrentarnos a distintas situaciones de temores y miedos a los que nos hemos de ir enfrentando.
Reflexiones basadas en el conocimiento del gran Alexander Lowen (creador de la Bioenergética)
El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Incluso enamorarse puede representar, para algunas personas, el mismo grado de estrés que romper una relación de este tipo.
El desarrollo de técnicas de afrontamiento permite aprender a relajar la ansiedad y las reacciones ante el estrés. Proporciona una mayor capacidad de autocontrol en las situaciones particulares que habitualmente lo provocan.
El cambio es un trabajo que requiere esfuerzo, puede causar dolor, miedo o ansiedad pero en realidad una persona no puede cambiar ni controlar a nadie más que a ella misma. La terapia psicológica nos puede ayudar a recuperar el valor, enfrentándonos con nuestros temores nos descubrimos y sanamos .Como dijo Lowen “¿Acaso no puede decirse que la meta última de la terapia es ayudar al individuo a que desarrolle una actitud heroica ante la vida?”.
A continuación voy a dar un ejemplo sobre la identificación de un temor específico y unas técnicas que nos pueden ayudar para afrontarlo:
- Identificación: “encontrarme delante de mucha gente y hablar”
- 2. Escribimos los pensamientos negativos, los que se relacionan con “me saldrá mal””no puedo”:
-Olvidare lo que tengo que decir
-La gente se reirá de mí porque pareceré tonto o tonta
-Me temblará la voz
-Me cogerá un ataque de tos, o dolor de barriga.
- Pensando en nuestro miedo desarrollamos un plan paso a paso y diseñamos ciertas actividades específicas que puedo seguir para afrontarlo:
-Podría integrarme en algún grupo para aprender a hablar en publico.
-Podría observar a otros oradores y preguntar cómo lo hacen
-Podría leer un libro relacionado con el tema
-Prepararme muy bien y saber todo lo que tengo que decir al dedillo
-Ensayar previamente delante de amigos o familiares
-Y si a pesar de todo me equivoco en algún momento, ninguna catástrofe se va a producir, en nuestras vidas los errores son necesarios para nuestro aprendizaje vital.
CONCLUSIÓN:
-Identificar: ¿A qué tengo miedo?
¿Qué me puede pasar si hago mal tal cosa?
¿Qué puedo hacer para superar el miedo?
El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Incluso enamorarse puede representar, para algunas personas, el mismo grado de estrés que romper una relación de este tipo.
El desarrollo de técnicas de afrontamiento permite aprender a relajar la ansiedad y las reacciones ante el estrés. Proporciona una mayor capacidad de autocontrol en las situaciones particulares que habitualmente lo provocan.
El cambio es un trabajo que requiere esfuerzo, puede causar dolor, miedo o ansiedad pero en realidad una persona no puede cambiar ni controlar a nadie más que a ella misma. La terapia psicológica nos puede ayudar a recuperar el valor, enfrentándonos con nuestros temores nos descubrimos y sanamos .Como dijo Lowen “¿Acaso no puede decirse que la meta última de la terapia es ayudar al individuo a que desarrolle una actitud heroica ante la vida?”.
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