¿Puedes evitar amargarte la vida con cualquier cosa?

RUTH VALLS
Como dijeron Epícteto y Marco Aurelio, los seres humanos sentimos fundamentalmente tal y como pensamos.
En gran parte creamos nuestros propios sentimientos y lo hacemos aprendiendo de nuestros padres, entorno, etc. Y inventando nuestros propios pensamientos saludables e insensatos.
Nuestros genes y nuestra educación social nos proporcionan fuertes tendencias a hacer. Pero aunque seguimos estas tendencias no es que tengamos precisamente que hacerlo.
Es posible cambiar nuestros hábitos adquiridos. Somos capaces de cambiar nuestros pensamientos, sentimientos y actuaciones más instaurados. Ya que como seres humanos tenemos la capacidad de pensar sobre nuestro pensamiento.
Podemos aunque no tengamos que hacerlo, observar y juzgar nuestras propias metas. deseos y propósitos. Tenemos la capacidad de examinarlos, revisarlos y cambiarlos.
El pensamiento que alberga un sentimiento de depresión, consiste en ver las cosas como necesidades absolutas. Si los objetivos que nos proponemos son rígidos y absolutos, si estos no se cumplen, tendremos fuertes sentimientos depresivos.
Si cambiamos nuestros pensamientos, flexibilizándos y convirtiéndos en preferencias, nuestros sentimientos seran de tristeza y/o preocupación. Se transformaran en sentimientos negativos saludables que nos ayudaran a lidiar la situación de la mejor manera posible. Y a aceptar la realidad que estemos viviendo.
Cuando algo va mal, en lugar de deprimirnos, podemos elegir:
Tener sentimientos negativos saludables.
Centrarnos en las ventajas.


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